En este proyecto de investigación y dando continuidad al que realizamos anteriormente, nos propusimos investigar sobre el efecto que están produciendo sobre los procesos educativos las nuevas tecnologías digitales que, de manera precipitada se incorporan en el mercado. Como docentes del área de morfología e instrumentación siempre hemos sostenido la necesidad de la interacción de las herramientas gráficas para una mejor comunicación visual del diseño. Sin embargo, hoy nos vemos sorprendidos por la celeridad de los cambios que acontecen, tanto desde lo instrumental como desde lo físico y mental, en los estudiantes de ingeniería, arquitectura y diseño, debido a estos nuevos programas informáticos. Vivimos en los que Zygmunt Bauman (1925 / 2017) denominó «tiempos líquidos». Nada se consolida, todo es fugaz y precario, superficial y perecedero. Ocurre con las costumbres, el lenguaje, los hábitos, las innovaciones tecnológicas, las corrientes de pensamiento, la moda, los objetos, los artefactos. Se impone la obsolescencia programada. La impaciencia vence a la paciencia, la banalidad a la profundidad, lo efímero a lo permanente y, por supuesto, lo líquido a lo sólido. Por eso nos interesó profundizar en estas evoluciones que nos están obligando a replantearnos nuevas didácticas. Tratar de entender cómo y porqué a los más jóvenes les resulta sencillo adaptarse a esta revolución tecnológica que ha entrado en una espiral irrefrenable, que podría dejarnos fuera del proceso, si no nos adecuamos a tiempo. Para sacar conclusiones nos basamos en nuestra propia experiencia áulica. Los ejercicios propuestos a los estudiantes se realizaron en el ámbito de nuestra Facultad y en intercambios académicos realizados con alumnos y profesores a otras instituciones, nacionales e internacionales (Brasil, Italia, España y Sudáfrica). Hoy hemos podido cotejar las aplicaciones de la nuevas tecnologías realizadas en las distintas facultades visitadas.