Proponemos detectar lógicas de crecimiento urbano en nuestra ciudad de Córdoba y estudiar nuevos instrumentos de interpretación adecuados a nuestro contexto. Ciertamente, los acelerados cambios en el tejido urbano en nuestras ciudades, evidencian durante los últimos años, un prolongado proceso de disgregación urbana. Por disgregación, entendemos por la reducción de una estructura más o menos compacta en sus componentes, por acción de agentes externos. Esta fragmentación urbana, es una particularidad de nuestras ciudades Latinoamericanas; su forma se asemeja a células inconexas condicionadas por las lógicas de crecimiento internas y externas de la ciudad. Interpretar estas lógicas, desde la lectura de la forma de producción, evidencia problemas claves como la segregación socioterritorial y la fragmentación urbana configurada a partir de centros, nodos, ejes y bordes urbanos. Los diversos momentos históricos durante los procesos de modernización urbanos, son claros factores de impulso de las ciudades. Sin embargo, en las ciudades capitalistas, la ocupación del territorio está regida por el lucro. La ciudad es un espacio
colectivo culturalmente rico y diversificado que pertenece a todos sus habitantes (Carta Mundial del Derecho a la Ciudad). Desde el punto de vista de la morfología urbana, la ciudad es el resultado de la inter-relación entre diversos componentes en el territorio, donde se establecen los conflictos entre actores, se desarrollan los intereses y los acuerdos según ciertas lógicas y acciones. Esta descripción cualitativa, configura una imagen heterogénea, diversa y mixturada en el tejido. Lo urbano, demanda la reconsideración de estrategias de diseño y de las variables de la forma urbana, considerados instrumentos de proyectación, a la hora de definir las prácticas académicas.